Deformaciones de la Corteza: Fallas Geológicas

Estructuras geológicas; Fallas y Pliegues
Figura 1. Estructuras geológicas: Fallas y Pliegues.
Fuente: www.google.com 
     La dinámica terrestre es constantemente activa y progresiva, así las fuerzas internas actúan y sus influencias deforman la corteza o la modelan. En el caso de la deformación, las fuerzas compresivas, denotadas como las fuerzas que lateralmente ejercen presión a las rocas dispuestas en estratos, hacen que los materiales rocosos se fracturen, generando fallas; o bien se doblen, generando pliegues, consideradas de este modo como las “estructuras geológicas” (figura 1).
     Las fallas, en consideraciones de Meléndez y Fúster (2003), son fracturas de los materiales rocosos produciendo dos bloques, uno de ellos o ambos presentan un desplazamiento. De este modo, las fallas exhiben la siguiente estructura aparente: plano de falla, que es la superficie donde se realizó la fractura y ejecuta el desplazamiento de uno de los dos bloques; los labios de falla, que son los bloques desplazados, dando casi siempre la existencia de un bloque levantado y un bloque hundido; y escarpe de falla, resalte topográfico de superficies pulidas y estriadas, o con surcos, generadas en el plano de falla a medida que los bloques se deslizan unos con respecto a otros (Tarbuck y Lutgens, 2005); por el escarpe de falla se puede identificar la existencia de éstas.
     Según la dirección del desplazamiento y la fuerza que se ejerce, existe un tipo de falla (figura 2), a saber:

Tipos de fallas
Figura 2. Tipos de fallas.
Elaborado por Labarca (2015).
Falla normal, llamada también “falla vertical”, es aquella en la cual el desplazamiento lo ejecuta el bloque hundido a causa de las fuerzas distansivas que se aplican.

Falla inversa, es aquella en la que el desplazamiento lo lleva a cabo el bloque levantado, generado por fuerzas compresivas.


Falla horizontal, conocida también como “falla de desgarre”, donde no hay levantamiento ni hundimiento de bloques. En este caso es una falla en la que el movimiento es fundamentalmente horizontal a la dirección de la ruptura (Strahler y Strahler, 1989).


     Por otro lado, la sucesión de fallas normales o inversas, produce los graben ó fosa tectónica y los horst ó pilar tectónico. El primero, son hundimientos de la corteza causadas por dos bloques deprimidos de dos  fallas contiguas; el segundo, son zonas levantadas y limitadas por fallas, alternas a los graben, formadas por los bloques levantados de dos fallas contiguas (figura 3) (Meléndez y Fúster, 2003). Habitualmente los horst generan cordilleras elevadas, mientras que los grabens forman muchas cuencas, en las cuales ocurren procesos de sedimentación (Tarbuck y Lutgens, 2005).

Representación de Graben y Horst
Figura 3. Representación de Graben y Horst.
Fuente: Tarbuck y Lutgens (2005). Adaptado por Labarca (2015)



BIBLIOGRAFÍA:

Meléndez y Fúster (2003). Geología. Novena Edición. Thonsom Editores Spain. Paraninfo, S.A. España.

Tarbuck, Edward y Lutgens, Federick (2005). Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología física. Octava Edición. Madrid, España. Editorial Pearson Educación, S.A.

Strahler, Arthur y Strahler, Alan (1989). Geografía Física. Barcenola, España. Ediciones Omega, S.A.


Por:
Ramón Labarca-Rincón
Licenciado en Educación mención Ciencias Sociales de LUZ
Twitter: @RamonJoseLR

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