Principales fallas geológicas de Venezuela

Imagen referencial
Fallas geológicas de Venezuela
     Venezuela, es un territorio ubicado al extremo norte de América del Sur, y geológicamente representa el límite entre las placas Caribe y Suramericana (véase artículo). Estas placas presentan un límite transformante o de desgarre, el cual cosiste en el rose horizontal de ambas placas, generando así fractura en la corteza denominadas “fallas geológicas”. Esta situación, genera que al norte de nuestro país se extienda una gran falla geológica con movimiento horizontal que va desde Táchira hasta Sucre (figura 1), considerado el sistema de fallas Boconó-San Sebastián-El Pilar, siendo así las fallas más importantes y sísmicas de Venezuela.
     Así mismo, dentro de todo el territorio se encuentran alrededor de 250 fracturas que modelan su estructura geológica e inciden en su fisionomía. La mayoría de las fallas geológicas del país se encuentran inactivas, sin embargo las que están en constante actividad son las responsables de la sismicidad que ocurre en el país. A continuación se detallan las principales fallas geológicas de Venezuela:


Figura 1. Ubicación de las principales fallas geológicas de Venezuela.
Elaborado por el autor, 2018.

Falla de Boconó.


     La Falla de Boconó es considerada la falla tectónica más importante de Venezuela por tres principales razones: fue la primera es ser reconocida y estudiada; posee una traza superficial de 500 km (la más extensa) y su recorrido va desde la depresión del Táchira (al sur de Cordero) y el Mar Caribe (área de Morón, estado Carabobo), cruzando en forma oblícua a los Andes venezolanos y cortando el extremo occidental de las montañas del caribe (Cordillera de la Costa y Serranía del Interior) (figura 1).
     Según consideraciones de Laffaille (2000), la dirección noreste de la falla, su oblicuidad  en relación al rumbo de los Andes venezolanos y el hecho de que ella corta y desplaza provincias geológicas de origen y edad diferentes (Cordillera de los Andes y del Mar Caribe), sugiere que es una estructura externa a esos sistemas, que fue incorporada a la frontera entre las placas del Caribe y Suramericana en un pasado geológico relativamente reciente (figura 2).


Figura 2. Trazo de la falla de Boconó.
Fuente: Camacho y Negrete (2015). Adaptado por el autor.

     Por otra parte, la falla en todo su recorrido presenta ramificaciones que serían los afloramientos de otras fallas, como ocurre al este de Morón y a lo largo de la costa del Mar Caribe, donde se desprenden de ella las fallas de Morón y el Pilar; así también en el extremo sureste, la falla termina en una serie de corrimientos y fallamientos inversos en la depresión del Táchira. Dentro de este marco, es preciso denotar que en la longitud de la falla también se hallan depresiones tectónicas locales, como la Cuenca de Las Gonzales, al suroeste de Mérida y la cuenca del río Yaracuy, entre Barquisimeto y el Morón.
     En lo que concierne a su desplazamiento, es una falla rumbo-deslizante hacia la derecha (Laffaille, 2000). Tal movimiento se considera concordante con un desplazamiento hacia el este de la Placa del Caribe respecto a la Suramericana, considerando así a esta falla una de las que ocasiona el contacto de límite transformante entre ambas placas. En este sentido, Camacho y Negrete (2015), indican que la fractura genera un desplazamiento importante que va de 2 a 6 cm al año, registrando diariamente movimientos de baja intensidad.
     Así pues, por las consideraciones anteriores, se estima a la falla de Boconó como la responsable de la mayor parte de los sismos ocurridos en el territorio venezolano y por tanto es motivo de preocupación creciente entre las comunidades que se hallan en las vecindades de la misma, por las consecuencias sismológicas que puede acarrear los movimientos de esta falla (Fuenmayor y Strauss, 2008).


Falla de San Sebastián.

     Ubicada en la cordillera de la Costa, la falla de San Sebastián se extiende desde Barcelona, estado Anzoátegui, hasta las costas del estado Aragua, donde se ramifican otras fallas menores como la de Morón, recorriendo así la mayor parte de las costas venezolanas (figura 1). Al igual que la falla de Boconó, tal recorrido lo hace desde un tipo de desplazamiento orientado rumbo-deslizante hacia el este de la Placa del Caribe, siendo entonces, junto a aquella, corresponsable de la tectónica y dinámica entre dicha placa y la placa Suramericana.
     A propósito de su dinámica, la falla de San Sebastián, en un principio, tenía el papel de subducirse en la Placa Suramericana, lo que generó el levantamiento de la serranía del Ávila. Sin embargo, ahora es de tipo transcurrente, lo que acarrea que en tal sistema montañoso haya un balance morfo dinámico negativo, proceso que hace que orogenéticamente se desgaste más masa continental que la que se gana.


Falla La Victoria.

     Caracterizada por ser relativamente pequeña respecto a las demás, pero responsable de varios movimientos sísmicos, la falla La Victoria propiamente dicha se extiende desde el Lago de Valencia, en el estado Aragua, hasta el estado Miranda. Ahora bien, considerada en su sistema conjunto, la falla está compuesta por las fallas menores de Guacamaya, La Cabrera, El Hormo, La Victoria y Pichao, teniendo así un recorrido de 400 km o más que va desde el estado Yaracuy, pasando por Carabobo y Aragua, hasta Miranda (figura 1 Y 3). Considerada de este modo con calidad continua y con desplazamiento dextral, según mapas elaborados por la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS, 2000).
     Como resultados de sus movimientos, este sistema de falla ha ocasionado varios movimientos sísmicos, entre los que se le atribuyen están algunos que han afectado a Caracas, sobre todo por la dinámica de la falla La Victoria, que se encuentra cerca de la capital.


Figura 3. Sistema de fallas de La Victoria.
Fuente: Imagen cortesía de www.google.com, 2019. Adaptado por el autor.


Falla El Pilar.

     Junto a las fallas de Boconó y San Sebastián, la falla El Pilar, que data de fines del Terciario, conforma el contacto entre la placa del Caribe y la placa Suramericana y son las causantes de los eventos más severos que han ocurrido en el territorio nacional (Pereira, 2002). Siendo la más importante, la falla en cuestión proviene del océano Atlántico, extendiéndose en dirección este-oeste por unos 350 km, entre el Golfo de Paria al Este y la fosa de Cariaco al Oeste, atravesando el estado Sucre de extremo a extremo (figura 1).
     Expone Pereira (2000), que los geólogos Rod, Pérez y Stephan, examinaron la falla El Pilar y la catalogaron como aquella que ejerce una gran fricción de movimiento relativo hacia el este de la Placa Caribe respecto a la Suramericana. Así mismo, la FUNVISIS (2000), la considera de calidad continua con rumbo dextral.
     Bajo esta mirada, la falla El Pilar presenta unas zonas más activas en superficies submarinas, tanto en mar afuera al Norte de la ensenada de Barcelona, como en los golfos de Cariaco y Paria; teniendo entre ellas una zona de falla más activa, de Este a Oeste aproximadamente desde el Golfo de Cariaco, al Norte de Cumaná, hasta Casanay, que ha sido la causante de movimientos sísmicos en el territorio venezolano en tiempos pasados y más recientes.


Falla de Icotea.

     También llamada falla Urdaneta y formada geológicamente durante el Eoceno (era Cenozoica), se concibe como un sistema de fallas complejo que forman un alineamiento rectilíneo que se extiende desde el noreste de Punta Icotea (Cabimas) sobre la costa Este del Lago de Maracaibo, hasta ligeramente el Oeste de las bocas del río Catatumbo sobre la costa occidental del mismo lago, recorriendo así la cuenta lacustre casi de Norte a Sur, con una longitud de más de 150 km (figura 1). El sistema de facturas que componen la falla de Icotea, se encuentra afectado y dinamizado por una serie de fallas transversales a lo largo de toda la parte central del lago, subparalelas al alineamiento principal.
     Partiendo de lo anterior, la falla de Icotea es definida como una falla, transcurrente sinestral, de plano muy inclinado, cuyo desplazamiento es verticaL (Calleja, 1998). Dentro de su estructura, se puede observar  que en el flanco oriental se encuentra cierto grado de convergencia y algunas fracturas se arquean contra el alineamiento principal, en la zona de convergencia disminuye la magnitud del buzamiento, lo cual se considera como efecto de la transcurrencia.
     Cabe agregar, que se piensa que la falla no tiene capacidad para producir grandes eventos sísmicos debido al hecho de no ser una falla continua, sino más bien un sistema de fallas cortas alienadas. Sin embargo existen varios eventos que podrían ser asociados con ella, los cuales fueron registrados instrumentalmente, Para ilustrar, uno de esos eventos sísmicos que se le asocian tuvo una magnitud de 5,6 en la escala de Richter.


Falla de Ancón de Iturre.

     La falla de Ancón es considerada una ramificación que se extiende hacia el sur-este de la falla de Oca, bordeando el límite entre los estados Falcón y Lara, siendo a su vez el límite norte de la cuenca del Lago de Maracaibo, separándolo de la cuenca del Golfo de Venezuela (figura 1). FUNVISIS (2000), considera a la falla de Ancón con calidad continua, de tipo normal (en su extremo noreste) y con rumbo dextral. Tiene, así mismo, la característica relevante de tener convergencia al Oeste con la depresión de la Bahía El Tablazo.


Falla de Perijá.

     A lo largo de la sierra de Perijá, se despliega una serie de fallas paralelas con orientación Norte y sur-oeste, la cuales tienen extensión desde el río Palmar hasta el río Tocuy en Colombia. Dentro de esas fallas, se encuentra la falla de Perijá (figura 1), caracterizada por FUNVISIS (2000) como una falla inversa, con buzamento aproximadamente vertical y de calidad discontinua. La estructura sistémica de la falla de Perijá la hace considerar la más importante de la zona, la cual, junto a las fallas de Baracay y Dacuma, se consideran de corrimiento, y ocasionan el desplazamiento de las unidades más viejas sobre las más jóvenes, acarreando el adelgazamiento en la orogénesis de las formaciones de Orocué y Carbonera.


Falla de Oca.

     Geográficamente ubicada al norte del estado Zulia y del Lago de Maracaibo (figura 1), la falla de Oca se considera aquella que separa las formaciones de la sierra de Perijá y la península de La Guajira (Calleja, 1998). El mismo autor señala que datos recientes hacen pensar que esta fracturada podría trazarse hasta Falcón, pero que resulta difícil correlacionar exactamente cuál de las tres fallas principales que el sismógrafo pone de manifiesto en la plataforma de Dabajuro es la falla de Oca.
     Por otra parte, la falla presenta movimientos transcurrentes de magnitudes variables, sin embargo, su mayor actividad estuvo marcada durante distintos períodos geológicos, particularmente en el Eoceno (era Cenozoica). Según el estudio FUNVISIS (2000), la falla es concebida de calidad continua y con rumbo dextral.


Falla de Cocuiza.

     Según FUNVISIS (2000), es una falla de calidad discontinua y con rumbo dextral, ubicada en la parte más septentrional del estado Zulia, atravesando desde Colombia a Castilletes y el Golfo de Venezuela (figura 1), hasta tocar de nuevo tierra venezolana en Falcón, donde se convierte en otra falla de tipo continua. Poca información se ha registrado sobre ella.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Calleja, Renny (1998). Cuenta del Lago de Maracaibo. Venezuela – Maracaibo.

Camacho, Iriamyela y Negrete, Álvaro (2015). Riesgo Sísmico. Fomentando una cultura preventiva: Falla de Boconó. Cuaderno didáctico no publicado. Facultad de Humanidades y Educación, Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela. Pp. 43.

Fuenmayor, William y Strauss, Emilio (2008). Geografía Física de Venezuela. Segunda Edición. Maracaibo: Corporativa Agustín Codazzi.

FUNVISIS. Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (2000). Mapa de fallas cuaternarias de Venezuela. Escala 1:2.000.000. Proyecto Internacional de la Litosfera, Grupo II-2, Principales Fallas Activas del Mundo. Pp. 1.

Laffaille, Jaime (2000). Sismicidad y Prevención Sísmica en los Andes Venezolanos. Mérida: Universidad de los Andes.

Pereira, Zoraida (2002). La Investigación Sismológica en Venezuela. Caracas: Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas.



Lcdo. Ramón Labarca-Rincón
Licenciado en Educación mención Ciencias Sociales (LUZ)
Cursante de la Maestría en Geografía, mención Docencia (LUZ)
Docente Investigador del CFIPJ
Tw/Ig: @RamonJoseLR

Comentarios

  1. O p f h tepac f pi Liharec Ae Zyr n a, aryre, B f rivap k f h Popaima, u Ly Raha.

    C n vah a khasep er t pabakh f kha Lahro kom pret f.

    ResponderEliminar
  2. a LehAa:

    N m rrahtap ra ehep Ria n haramb pika.

    N h te p f Lap t f A f c r f c h f mb pec Ae r f cibrec ihm f ptarec.

    Kha sep p f b f tc ra pa khacep oyhsi f hap er ectaA f

    Revap n mr pecopac Ae k f miAa a kaAa kaca

    Yh n vep car n zap ra n hmoptariAaA

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    ResponderEliminar

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