Deformaciones de la Corteza: Pliegues

Pliegue
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     La dinámica de la Tierra es tan compleja que logra deformar corteza a raíz de fuerzas internas y/o de compresión que actúan en el interior de las placas tectónicas, fragmentos rocosos en constante movimiento y que son las responsables de la fracturación o plegamiento de las unidades rocosas. Todo ello acarrea lo que Tarbuck y Lutgens (2005) denominan “arquitectura de la Tierra”, puesto que todas las rocas presentan ductilidad ante las fuerzas internas logrando que ocurra en ellas fracturamiento o arqueamiento, según el caso se generan las estructuras geológicas de Fallas y Pliegues.

     En el caso de los Pliegues, son el producto de los esfuerzos compresivos, los cuales tienen lugar en los márgenes convergentes de las placas tectónicas y tienden a engrosar la corteza terrestre plegándose o arrugándose. Wicander y Monrroe (2000), explican que las fuerzas compresivas resultan cuando las rocas son empujadas o comprimidas por fuerzas que tiene una misma dirección horizontal (figura 1).

Figura 1. Proceso de las fuerzas compresivas.

Fuente: Tarbuck y Lutgens (2005). Adaptado por Labarca (2016).

     Así entonces, los Pliegues son una curvatura en los materiales rocosas, formados por fuerzas de compresión de la corteza y que pueden apreciar en los taludes y cortes del terreno (Enciclopedia del Estudiante, 2006). Para Tarbuck y Lutgens (2005), los Pliegues son una serie de ondulaciones parecidas a ondas que se generan cuando las rocas sedimentarias dispuestas en estratos o rocas volcánicas se doblan por la incidencia de fuerzas de compresión. El plegamiento ocurre por lo general en el interior de la Tierra, ya que las rocas que se encuentran en la superficie o cerca de ella son muy quebradizas y suelen es fracturarse mas no plegarse (Wicander y Monrroe, 2000).

     Para entender los Pliegues, es necesario comprender su composición o elementos que lo constituyen, a partir de ellos se denotan sus tipos. Las partes o elementos de un Pliegue son: la charnela o eje, línea trazada a lo largo de los puntos de máxima curvatura de los estratos; los flancos o limbos, son los dos planos laterales en el que la charnela divide al Pliegue; y el plano axial, línea imaginaria que une las charnelas o ejes de los estratos de manera horizontal y divide al Pliegue lo más simétricamente posible (Tarbuck y Lutgens, 2005) (figura 2).

Figura 2. Partes de un Pliegue.

Fuente: Wicander y Monrroe (2000). Adaptado por Labarca (2016).

     Según la disposición, buzamento o dirección del Pliegue, se denotan cada tipo o clase. Entre los principales tipos de Pliegues están (figura 3):

Pliegue anticlinal: Es un pliegue arqueado hacia arriba, generado por el plegamiento convexo en las capas. Generalmente está asociado al afloramiento de montañas (orogénesis).

Pliegue sinclinal: Al contrario del anticlinal, éste tipo de Pliegue presenta un curvatura o plegamiento cóncava. Generalmente se relacionan con la formación de cuencas sedimentarias.

Pliegue simétrico o derecho: Son pliegues en los que las curvas de las superficies plegadas sucesivas son idénticas entre ellas, es decir, cuando los flancos poseen la misma dirección (Meléndez y Fuster, 2003).

Pliegue asimétrico: En general la mayoría de los Pliegues son asimétricos, es decir, con los planos axiales y flancos diversamente inclinados (Meléndez y Fuster, 2003).

Pliegue acostado: Se refiere al tipo de Pliegue que presenta sus flancos con una inclinación hacia el mismo sentido y además son horizontales, dicho de otro modo, cuando el plano axial es horizontal.

Pliegue fallado: También denominado “pliegue-falla”, son aquellos que se generan cuando la presión ejercida en los estratos, que origina el plegamiento, ha sido demasiado intensa, logrando que en alguno de los flancos al seguir su estiramiento se produzca una ruptura o fractura (Meléndez y Fuster, 2003).

Figura 3. Tipos de Pliegues.

Fuente: Tarbuck y Lutgens (2005). Adaptado por Labarca (2016).

BIBLIOGRAFÍA:

La Enciclopedia del Estudiante (2006). Tomo 5. Ciencias de la Tierra y del Universo. Buenos Aires, Argentina. Editorial Santillana.

Meléndez y Fúster (2003). Geología. Novena Edición. Thonsom Editores Spain. Paraninfo, S.A. España.

Tarbuck, Edward y Lutgens, Federick (2005). Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología física. Octava Edición. Madrid, España. Editorial Pearson Educación, S.A. Pág. 284, 285, 291, 292.

Wicander, Reed y Monroe, James (2000). Fundamentos de Geología. Segunda Edición. México. International Thonson Editores S. A. 204, 205.

Por:

Lcdo. Ramón Labarca-Rincón

Licenciado en Educación mención Ciencias Sociales de LUZ

Twitter: @RamonJoseLR