Geoformas del modelado glacial. Caso Venezuela

     
Geoformas glaciares
Imagen referencial
Geoformas glaciares
Para estudiar las geoformas que tienen su génesis en cualquier agente modelador del relieve, es menester saber en qué campo científico se desarrolla que, en este caso, es el campo de la Geomorfología. Ésta, como ciencia independiente presenta no más de 90 años, y es definida desde el punto de vista epistemológico por Muñoz (2000), como la ciencia encargada de estudiar de manera racional las formas de la Tierra, lo cual se traduce en la comprensión de la génesis del relieve terrestre.

     Los autores encargados de cultivar la Geomorfología, presentan tres maneras de entenderla como ciencia: los que alegan que es una rama de la Geología, ya que su objeto de estudio (relieve) es producto directo de los procesos tectónicos dados en el interior terrestre a lo largo de la historia geológica; los que defienden la independencia absoluta de la ciencia geomorfológica, al alegar que el relieve encuentra su génesis en los agentes externos que lo modelan a partir de los ciclos erosivos a los cuales se expone; y, por último, los que son apologistas de que el relieve es el resultado de la interacción conjunta entre el los procesos tectónicos y los agentes exógenos (Muñoz, 2000).
     Las geoformas que se han de estudiar en la presente disertación, son el resultado de los procesos de erosión, transporte y sedimentación que generan los glaciares como agentes externos que modelan el relieve, por lo que el autor se ubica entre los defensores de la Geomorfología como ciencia independiente. Desde ésta perspectiva, un glaciar en una masa de hielo formada por recristalización y compactación de las nieves, que yace en parte de la superficie de la Tierra y que fluye o ha fluido en tiempo geológico pasado, es decir, presenta movimiento (Thornbury, 1960).
     Según su morfología, los glaciares presentan una clasificación precisa, destacándose los glaciares de casquete y los glaciares alpinos. Según IDEAM (2012), los glaciares de casquete son enormes masas de hielo independientes del control de la topografía y que se ubican en zonas polares y subpolares; y los glaciares alpinos, son masas de hielo de hasta 100 km2, compuestos por uno o varios circos. Los glaciares a estudiar en este artículo, son de morfología alpina, es decir, glaciares de montaña.
     Labarca y col. (2016), se refieren a los glaciares alpinos como masas de hielo que ejercen acciones de predominio en el modelado de las montañas, presentando movimiento de avance y retroceso por las vertientes de las mismas. Las zonas medias o de páramo de las montañas son el escenario donde ejerce predominio la acción modeladora de los glaciares. Para ilustrar, son glaciares alpinos el glaciar Athabasca, ubicado en el Monte Andrómeda en Canadá; el glaciar Viedma en Argentina y el glaciar La Corona, localizado en la Sierra Nevada del estado Mérida, Venezuela (figura 1).

Ejemplos de glaciares alpinos
Figura 1. Ejemplos de glaciares alpinos.
Fuente: google.com. Adaptado por el autor (2017).

     Los glaciares, no son estáticos, sino que presentan movimiento mediante el cual avanzan pendiente abajo por las laderas de las montañas. Tal movimiento, lo ejercen gracias a las partículas de hielo que posee en sus bordes y una pequeña película de agua ubicada en su fondo (Labarca y col., 2014). El avance y retroceso de los glaciares se debe a efectos de la gravedad o por cambio climático que hacen que deshielen, de ello se derivan procesos geomorfológicos que dan forma al relieve de las montañas.


Procesos glaciares.

     La masa de hielo de los glaciares no es estática, sino que ejerce un movimiento sobre la superficie que discurre, actuando así como un agente exógeno de modelado del relieve, generando los procesos de erosión, transporte y sedimentación. La erosión glacial, es un proceso que ejerce un tallado y pulido del fondo por el cual se arrastra la masa de hielo, estableciendo formas por excavación y formas por abrasión, es decir geoformas glaciales (Wicander y Monroe, 2000). Los principales procesos erosivos glaciales son el “arranque glacial” y la “abrasión glacial”; el primero, es también conocido como el “arrastre glacial”, lo cual consiste en el arrastre o empuje de materiales no consolidados que el glaciar encuentra en su camino (Wicander y Monroe, 2000); y el segundo, expone Derruau (1987), que a la abrasión glacial también se le denomina “pulido glacial”, donde la acción del hielo puro pule y aplasta materiales deleznables que encuentra a su paso.
     Así mismo, la erosión glacial es ejercida por una masa de hielo denominada “lengua glacial”, que se desplaza desde lo alto de los glaciares hasta la zona de botadura a unas velocidades determinadas por la gravedad, la inclinación de la pendiente y el derretimiento del glaciar (Labarca y Chourio, 2016). La lengua glacial, abre paso a la conformación zonal durante la discurrencia del glaciar o período de glaciación, se percibe entonces una “zona de acumulación” (donde ocurre la acumulación de las nieves perpetuas), una “zona de ablación o botadura” (donde el glaciar pierde masa) y una “zona de equilibrio” (donde existe un balance entre la ganancia y la pérdida de masa) (IDEAM, 2012; Derrau, 1987).
     Por otro lado, el transporte glacial es el traslado de los materiales que el glaciar va arrancando, arrastrando y transformando mientras avanza a su paso, el material detrítico que transporta se denomina “till” o “tillitas”. En ciertos puntos de las vertientes montañosas, el glaciar deposita los derrubios que va transportando, dando lugar así a la sedimentación glacial. Ésta, no es más que el depósito de los materiales que ha arrastrado la lengua glacial (Wicander y Monrroe, 2000).
     De esta manera, luego de un período de glaciación, en el paisaje alpino queda impresa una arquitectura de relieve única y distintiva, donde destacan las formas de erosión glacial y formas de acumulación glacial. A continuación, se detallan cada una de ellas con sus debidos ejemplos en el caso venezolano.


Formas de erosión glacial.

     Según mencionan Wicander y Monroe (2000), las formas de erosión glacial son aquellas geoformas de carácter reconocible producidas por el tallado que el glaciar ejerce en el fondo por donde se desplaza, generando de este modo circos glaciales, valles glaciales, valles colgantes, aristas y horns, en el caso de los glaciares de montaña, foco de estudio de este artículo. En Venezuela, existe evidencia de la existencia glaciaria durante la denominada “Glaciación Mérida”, ocurrida durante el Pleistoceno, cuya influencia se puede denotar en las zonas de páramo de los andes venezolanos. La Laguna de Mucubají, Laguna Verde y Laguna Santo Cristo, son claros ejemplos de evidencia glacial en Venezuela.
     Para ilustrar, las formas de erosión se detallan a continuación:

-Circo glacial: Se reconocen como cuencas parecidas a anfiteatros que se ubican generalmente en la cabecera de los valles glaciares, y pueden o no estar conectados a los mismos por alguna de sus partes (Wicander y Monroe, 2000). Bajo éste premisa, se considera circo glaciar a lugar ubicado en lo alto de los valles glaciares donde ocurre la acumulación de las nieves (zona de acumulación), en donde el peso de las mismas le imprime la forma de tazón que corresponde a su fisionomía. En los espacios de la Laguna de Mucubají, ubicada a 3550 msnm en la Sierra Nevada del estado Mérida, se evidencia en lo alto del valle la presencia de un circo glacial entre los picos Mifés y Silla de Cabello (Sierra Santo Domingo), donde ocurría la acumulación de las nieves del glaciar que modeló geomorfológicamente la zona (Labarca y Chourio, 2016) (figura 2).

Circo glacial de la Laguna de Mucubají
Figura 2. Circo glacial de la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014); Labarca y Chourio (2016). Adaptado por el autor (2017).

-Valle glacial: Un valle glacial es el recorrido que esculpe el hielo glacial cuando avanza desde el circo hasta la zona donde se estanca o retrocede. Para Thornbury (1960), un valle glacial también se le denomina “artesa glacial”, siendo el camino generado por el desplazamiento de la masa de hielo, la cual le imprime rasgos distintivos, entre ellos: perfil transversal en forma de U, fondo plano, paredes escarpadas y acumulaciones morrénicas. En Venezuela, en el complejo lagunar de Mucubají, el rasgo característicos más resaltante es la presencia de un valle o artesa glacial, que va desde el circo hasta la el lugar donde se emplaza la laguna (figura 3).

Valle o artesa glacial de la Laguna de Mucubají
Figura 3. Valle o artesa glacial de la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014). Adaptado por el autor (2017).

-Valles colgantes: La erosión de la masa de hielo de un glaciar es constante, por lo tanto cada vez profundiza más el valle por donde discurre generando su hundimiento, quedando así los valles tributarios por encima de la artesa principal, a esos valles se les denominan “valles colgantes”. Wicander y Monroe (2000), definen a los valles colgantes como valles tributarios cuyo piso está por encima del valle glacial principal, de modo que cuando el glaciar desaparece éstos valles quedan colgados por encima, trayendo como consecuencia la afluencia de corrientes de agua que generan cascadas (figura 4).

Valles colgantes luego de un período glacial
Figura 4. Valles colgantes luego de un período glacial.
Adaptado por el autor (2017).

-Aristas: El levantamiento de una especie de cresta dentada que ocurre en la intersección de dos circos contiguos, se le denomina arista. En opinión de Strahler y Strahler (1989), las aristas son crestas muy excavadas y afiladas que se producen cuando se intersectan las paredes opuestas de dos circos. Un ejemplo de aristas, en el caso venezolano, se encuentra en el complejo gemorfológico de la Laguna de Mucubají, representado por los picos Mifés y Silla de Caballo (Labarca y Chourio, 2016) (figura 5).

Aristas en la Laguna de Mucubají
Figura 5. Aristas en la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014). Adaptado por el autor (2017).

-Horns: Son levantamientos rocosos generados por la intersección opuesta de tres o más circos, se les considera las formas más majestuosas de las geoformas glaciales (figura 6). En opinión de Wicander y Monroe (2000), los horns son picos piramidales que se formas en la coalescencia de tres o más circos, los cuales se erosionan hacia arriba constituyendo así el levantamiento rocoso en forma de pico.

Figura 6. Horns Artesonraju, en Perú.
Fuente: www.google.com. Adaptado por el autor (2017).


Formas de acumulación glacial.

     El avance erosivo de los glaciares por las laderas montañosas, da paso consecuente al transporte y acumulación glacial, procesos responsables de desplazar y depositar los materiales que la masa de hielo va extrayendo del fondo del valle, a tales materiales se les denomina “derrubios glaciares”, los cuales son depositados en alguna parte del valle cuando glaciar cesa su movimiento por retroceso o por deshielo. IDEAM (2012), menciona que las formas de acumulación glacial son generadas por el transporte, por medio del cual la masa de hielo arranca detritos, los cuales son depositados cuando el glaciar desaparece o la topografía no le permite más su avance. Ello da como resultado la deposición de geoformas propias de la acumulación glacial a lo largo del valle, entre las que destacan las morrenas y los bloques erráticos.

-Morrenas: Los glaciares recogen y transportan materiales conforme avanzan y/o retroceden por el valle. Los materiales que son arrastrados se denominan, como ya se mencionó, “derrubios glaciares”, entre ellos están los tills y los detritos glaciares estratificados. Cuando el glaciar no avanza más, por cambio climático o irregularidades topográficas que lo frenan, deposita en varias partes del valle tales materiales de derrubios, formando las morrenas, geformas que hacen único el paisaje postglacial. Según La Enciclopedia del Estudiante (2006), las morrenas son el resultado de la acumulación de detritos glaciares (tills) en cualquier parte del valle glacial. La geoformas más distintiva en la valle glacial de Laguna de Mucubají, es la presencia de un sistema de morrenas, entre las que destaca morrenas terminales, laterales y de retroceso (Stansel y col., 2005; Páez, 2011; y Labarca y col., 2016) (figura 7).

Presencia de morrenas en la Laguna de Mucubají
Figura 7. Presencia de morrenas en la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014); Labarca y Chourio (2016). Adaptado por el autor (2017).

-Bloques erráticos: En la amplitud del valle glacial, es posible encontrar grandes fragmentos de rocas dispersas que no concuerdan con las características litológicas de las morrenas, a tales fragmentos rocosos se les llama “bloques erráticos”, otra geoforma de acumulación glacial que, en opinión de Vivas (1992), son bloques dispersos en la superficie del valle glacial, con tamaño y posición solitaria que llaman la atención, y se les considera alóctonos, es decir, no provienen de la roca in situ de la topografía del lugar. En el caso del valle glacial de la Laguna de Mucubají, se pueden encontrar diversos bloques erráticos que presentan evidencia de haber sido transportados por el glaciar que configuró la zona (estrías glaciares) (figura 8).

Bloques erráticos en la Laguna de Mucubají
Figura 8. Bloques erráticos en la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014). Adaptado por el autor (2017).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Derruau, Max (1987). Geomorfología. Segunda Edición. Editorial Ariel S.A: Barcelona, España.

IDEAM. Instituto de Hidrología, Meteorología Estudios Ambientales (2012). Glaciares de Colombia, más que montañas con hielo. Colombia, Bogotá. Comunicaciones y Publicaciones del IDEAM

Labarca, Ramón; Chourio, María y Montiel, Kati (2014). Mucubají y sus Morrenas. Evidencia del pleistoceno en Venezuela. Paquete Didáctico no publicado. Facultad de Humanidades y Educación, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela.

Labarca, Ramón y Chourio, María (2016). Laguna de Mucubají. Propuesta didáctica para la enseñanza de procesos geomorfológicos desde las Ciencias de la Tierra. Investigación y Formación Pedagógica, Revista del CIEGC, Año 2, No. 4. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Trujillo, Venezuela. Pp. 6-29.

Labarca, Ramón; Ocando, Francisco y Aragón, Johan (2016). Laguna de Mucubají, paisaje de formas y procesos glaciales en Venezuela. Memorias de las II Jornadas de Investigación Estudiantil de la Facultad de Humanidades y Educación. Universidad del Zulia, Maracaibo.

Muñoz, Julio (2000). Geomorfología General. Editorial Síntesis, S.A. España, Madrid.

Páez, Gustavo (2011). Rasgos neotectónicos de la zona de falla de Boconó: Segmento Mérida - Laguna de Mucubají. Guía de excursión técnica. Cuadernos de la Escuela de Geografía. Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales. Universidad de los Andes. Mérida, Venezuela.

Stansell, Nathan; Abboot, Mark; Polissar, Patrigya; Wolfe, Alexander y Bezada, Maximiliano (2005). Late Quaternary deglacial history of the Merida Andes, Venezuela. Journal of Quaternary Science. Published online in Wiley InterScience (www.interscience.wiley.com).

Strahler, Arthur y Strahler, Alan (1989). Geografía Física. Ediciones Omega, S.A: Barcelona, España.

Thornbury, William (1960). Principios de Geomorfología. Primera Edición. Editorial KAPELLUZ S.A: Buenos Aires, Argentina.

Vivas, Leonel (1992). Los Andes Venezolanos. Academia Nacional de la Historia. Universidad de los Andes. Mérida, Venezuela.

Wicander, Reed y Monroe, James (2000). Fundamentos de Geología. Segunda Edición. International Thonson Editores S.A: México.


Por:
Lcdo. Ramón Labarca-Rincón
Licenciado en Educación mención Ciencias Sociales de LUZ
Cursante de la Maestría en Geografía mención Docencia de LUZ
Twitter e Instagram: @RamonJoseLR

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