Geoformas del modelado glacial. Caso Venezuela
Imagen referencial Geoformas glaciares |
Los autores encargados de cultivar la Geomorfología, presentan tres
maneras de entenderla como ciencia: los que alegan que es una rama de la
Geología, ya que su objeto de estudio (relieve) es producto directo de los
procesos tectónicos dados en el interior terrestre a lo largo de la historia
geológica; los que defienden la independencia absoluta de la ciencia
geomorfológica, al alegar que el relieve encuentra su génesis en los agentes
externos que lo modelan a partir de los ciclos erosivos a los cuales se expone;
y, por último, los que son apologistas de que el relieve es el resultado de la
interacción conjunta entre el los procesos tectónicos y los agentes exógenos
(Muñoz, 2000).
Las geoformas que se han de estudiar en la presente disertación, son el
resultado de los procesos de erosión, transporte y sedimentación que generan
los glaciares como agentes externos que modelan el relieve, por lo que el autor
se ubica entre los defensores de la Geomorfología como ciencia independiente.
Desde ésta perspectiva, un glaciar en una masa de hielo formada por
recristalización y compactación de las nieves, que yace en parte de la
superficie de la Tierra y que fluye o ha fluido en tiempo geológico pasado, es
decir, presenta movimiento (Thornbury, 1960).
Según su morfología, los glaciares presentan una clasificación precisa,
destacándose los glaciares de casquete y los glaciares alpinos. Según IDEAM
(2012), los glaciares de casquete son enormes masas de hielo independientes del
control de la topografía y que se ubican en zonas polares y subpolares; y los
glaciares alpinos, son masas de hielo de hasta 100 km2, compuestos
por uno o varios circos. Los glaciares a estudiar en este artículo, son de
morfología alpina, es decir, glaciares de montaña.
Labarca y col. (2016), se refieren a los glaciares alpinos como masas de
hielo que ejercen acciones de predominio en el modelado de las montañas,
presentando movimiento de avance y retroceso por las vertientes de las mismas.
Las zonas medias o de páramo de las montañas son el escenario donde ejerce
predominio la acción modeladora de los glaciares. Para ilustrar, son glaciares
alpinos el glaciar Athabasca, ubicado en el Monte Andrómeda en Canadá; el
glaciar Viedma en Argentina y el glaciar La Corona, localizado en la Sierra
Nevada del estado Mérida, Venezuela (figura 1).
Figura
1.
Ejemplos de glaciares alpinos.
Fuente: google.com. Adaptado por el
autor (2017).
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Los glaciares, no son estáticos, sino que presentan movimiento mediante
el cual avanzan pendiente abajo por las laderas de las montañas. Tal
movimiento, lo ejercen gracias a las partículas de hielo que posee en sus
bordes y una pequeña película de agua ubicada en su fondo (Labarca y col.,
2014). El avance y retroceso de los glaciares se debe a efectos de la gravedad
o por cambio climático que hacen que deshielen, de ello se derivan procesos
geomorfológicos que dan forma al relieve de las montañas.
Procesos glaciares.
La masa de hielo de los glaciares no es
estática, sino que ejerce un movimiento sobre la superficie que discurre,
actuando así como un agente exógeno de modelado del relieve, generando los
procesos de erosión, transporte y sedimentación. La erosión glacial, es un
proceso que ejerce un tallado y pulido del fondo por el cual se arrastra la masa
de hielo, estableciendo formas por excavación y formas por abrasión, es decir
geoformas glaciales (Wicander y Monroe, 2000). Los principales procesos
erosivos glaciales son el “arranque glacial” y la “abrasión glacial”; el
primero, es también conocido como el “arrastre glacial”, lo cual consiste en el
arrastre o empuje de materiales no consolidados que el glaciar encuentra en su
camino (Wicander y Monroe, 2000); y el segundo, expone Derruau (1987), que a la
abrasión glacial también se le denomina “pulido glacial”, donde la acción del
hielo puro pule y aplasta materiales deleznables que encuentra a su paso.
Así mismo, la erosión glacial es ejercida
por una masa de hielo denominada “lengua glacial”, que se desplaza desde lo
alto de los glaciares hasta la zona de botadura a unas velocidades determinadas
por la gravedad, la inclinación de la pendiente y el derretimiento del glaciar
(Labarca y Chourio, 2016). La lengua glacial, abre paso a la conformación zonal
durante la discurrencia del glaciar o período de glaciación, se percibe entonces
una “zona de acumulación” (donde ocurre la acumulación de las nieves perpetuas),
una “zona de ablación o botadura” (donde el glaciar pierde masa) y una “zona de
equilibrio” (donde existe un balance entre la ganancia y la pérdida de masa)
(IDEAM, 2012; Derrau, 1987).
Por otro lado, el transporte glacial es el
traslado de los materiales que el glaciar va arrancando, arrastrando y
transformando mientras avanza a su paso, el material detrítico que transporta
se denomina “till” o “tillitas”. En ciertos puntos de las vertientes
montañosas, el glaciar deposita los derrubios que va transportando, dando lugar
así a la sedimentación glacial. Ésta, no es más que el depósito de los
materiales que ha arrastrado la lengua glacial (Wicander y Monrroe, 2000).
De esta manera, luego de un período de
glaciación, en el paisaje alpino queda impresa una arquitectura de relieve
única y distintiva, donde destacan las formas de erosión glacial y formas de
acumulación glacial. A continuación, se detallan cada una de ellas con sus
debidos ejemplos en el caso venezolano.
Formas de erosión glacial.
Según mencionan Wicander y Monroe (2000),
las formas de erosión glacial son aquellas geoformas de carácter reconocible
producidas por el tallado que el glaciar ejerce en el fondo por donde se
desplaza, generando de este modo circos glaciales, valles glaciales, valles
colgantes, aristas y horns, en el caso de los glaciares de montaña, foco de
estudio de este artículo. En Venezuela, existe evidencia de la existencia
glaciaria durante la denominada “Glaciación Mérida”, ocurrida durante el
Pleistoceno, cuya influencia se puede denotar en las zonas de páramo de los
andes venezolanos. La Laguna de Mucubají, Laguna Verde y Laguna Santo Cristo,
son claros ejemplos de evidencia glacial en Venezuela.
Para ilustrar, las formas de erosión se
detallan a continuación:
-Circo
glacial: Se reconocen como cuencas parecidas a anfiteatros que se ubican
generalmente en la cabecera de los valles glaciares, y pueden o no estar
conectados a los mismos por alguna de sus partes (Wicander y Monroe, 2000).
Bajo éste premisa, se considera circo glaciar a lugar ubicado en lo alto de los
valles glaciares donde ocurre la acumulación de las nieves (zona de
acumulación), en donde el peso de las mismas le imprime la forma de tazón que
corresponde a su fisionomía. En los espacios de la Laguna de Mucubají, ubicada
a 3550 msnm en la Sierra Nevada del estado Mérida, se evidencia en lo alto del
valle la presencia de un circo glacial entre los picos Mifés y Silla de Cabello
(Sierra Santo Domingo), donde ocurría la acumulación de las nieves del glaciar
que modeló geomorfológicamente la zona (Labarca y Chourio, 2016) (figura 2).
Figura
2. Circo
glacial de la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014); Labarca
y Chourio (2016). Adaptado por el autor (2017).
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-Valle
glacial: Un valle glacial es el recorrido que esculpe el hielo glacial
cuando avanza desde el circo hasta la zona donde se estanca o retrocede. Para
Thornbury (1960), un valle glacial también se le denomina “artesa glacial”,
siendo el camino generado por el desplazamiento de la masa de hielo, la cual le
imprime rasgos distintivos, entre ellos: perfil transversal en forma de U,
fondo plano, paredes escarpadas y acumulaciones morrénicas. En Venezuela, en el
complejo lagunar de Mucubají, el rasgo característicos más resaltante es la
presencia de un valle o artesa glacial, que va desde el circo hasta la el lugar
donde se emplaza la laguna (figura 3).
Figura
3. Valle
o artesa glacial de la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014).
Adaptado por el autor (2017).
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-Valles
colgantes: La erosión de la masa de hielo de un glaciar es constante, por
lo tanto cada vez profundiza más el valle por donde discurre generando su
hundimiento, quedando así los valles tributarios por encima de la artesa
principal, a esos valles se les denominan “valles colgantes”. Wicander y Monroe
(2000), definen a los valles colgantes como valles tributarios cuyo piso está
por encima del valle glacial principal, de modo que cuando el glaciar
desaparece éstos valles quedan colgados por encima, trayendo como consecuencia
la afluencia de corrientes de agua que generan cascadas (figura 4).
Figura
4. Valles
colgantes luego de un período glacial.
Adaptado por el autor (2017).
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-Aristas: El levantamiento de
una especie de cresta dentada que ocurre en la intersección de dos circos
contiguos, se le denomina arista. En opinión de Strahler y Strahler (1989), las
aristas son crestas muy excavadas y afiladas que se producen cuando se
intersectan las paredes opuestas de dos circos. Un ejemplo de aristas, en el
caso venezolano, se encuentra en el complejo gemorfológico de la Laguna de
Mucubají, representado por los picos Mifés y Silla de Caballo (Labarca y
Chourio, 2016) (figura 5).
Figura
5. Aristas
en la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014).
Adaptado por el autor (2017).
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-Horns: Son levantamientos
rocosos generados por la intersección opuesta de tres o más circos, se les
considera las formas más majestuosas de las geoformas glaciales (figura 6). En
opinión de Wicander y Monroe (2000), los horns son picos piramidales que se
formas en la coalescencia de tres o más circos, los cuales se erosionan hacia
arriba constituyendo así el levantamiento rocoso en forma de pico.
Figura
6. Horns
Artesonraju, en Perú.
Fuente: www.google.com. Adaptado por
el autor (2017).
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Formas de acumulación
glacial.
El avance erosivo de los glaciares por las laderas montañosas, da paso
consecuente al transporte y acumulación glacial, procesos responsables de
desplazar y depositar los materiales que la masa de hielo va extrayendo del
fondo del valle, a tales materiales se les denomina “derrubios glaciares”, los
cuales son depositados en alguna parte del valle cuando glaciar cesa su
movimiento por retroceso o por deshielo. IDEAM (2012), menciona que las formas
de acumulación glacial son generadas por el transporte, por medio del cual la
masa de hielo arranca detritos, los cuales son depositados cuando el glaciar
desaparece o la topografía no le permite más su avance. Ello da como resultado
la deposición de geoformas propias de la acumulación glacial a lo largo del valle,
entre las que destacan las morrenas y los bloques erráticos.
-Morrenas: Los glaciares
recogen y transportan materiales conforme avanzan y/o retroceden por el valle.
Los materiales que son arrastrados se denominan, como ya se mencionó,
“derrubios glaciares”, entre ellos están los tills y los detritos glaciares
estratificados. Cuando el glaciar no avanza más, por cambio climático o
irregularidades topográficas que lo frenan, deposita en varias partes del valle
tales materiales de derrubios, formando las morrenas, geformas que hacen único
el paisaje postglacial. Según La Enciclopedia del Estudiante (2006), las
morrenas son el resultado de la acumulación de detritos glaciares (tills) en
cualquier parte del valle glacial. La geoformas más distintiva en la valle
glacial de Laguna de Mucubají, es la presencia de un sistema de morrenas, entre
las que destaca morrenas terminales, laterales y de retroceso (Stansel y col.,
2005; Páez, 2011; y Labarca y col., 2016) (figura 7).
Figura
7.
Presencia de morrenas en la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014); Labarca
y Chourio (2016). Adaptado por el autor (2017).
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-Bloques erráticos: En la
amplitud del valle glacial, es posible encontrar grandes fragmentos de rocas
dispersas que no concuerdan con las características litológicas de las
morrenas, a tales fragmentos rocosos se les llama “bloques erráticos”, otra
geoforma de acumulación glacial que, en opinión de Vivas (1992), son bloques dispersos
en la superficie del valle glacial, con tamaño y posición solitaria que llaman
la atención, y se les considera alóctonos, es decir, no provienen de la roca in
situ de la topografía del lugar. En el caso del valle glacial de la Laguna de
Mucubají, se pueden encontrar diversos bloques erráticos que presentan
evidencia de haber sido transportados por el glaciar que configuró la zona
(estrías glaciares) (figura 8).
Figura
8. Bloques
erráticos en la Laguna de Mucubají.
Fuente: Labarca y col. (2014).
Adaptado por el autor (2017).
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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Segunda Edición. Editorial Ariel S.A: Barcelona, España.
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Labarca, Ramón; Chourio, María y Montiel, Kati
(2014). Mucubají y sus Morrenas.
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Facultad de Humanidades y Educación, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela.
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Labarca, Ramón; Ocando, Francisco y Aragón, Johan
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Strahler, Arthur y Strahler, Alan
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Andes. Mérida, Venezuela.
Wicander, Reed y Monroe, James
(2000). Fundamentos de Geología. Segunda Edición. International Thonson Editores S.A:
México.
Por:
Lcdo. Ramón Labarca-Rincón
Licenciado en Educación mención Ciencias Sociales de LUZ
Cursante de la Maestría en Geografía mención Docencia de LUZ
Twitter e Instagram: @RamonJoseLR
Excelente artículo... felicidades....
ResponderEliminarme sirbio mucho para la escuela grasias
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